Una reflexión sobre la tecnología

          Hace 17 años, cuando comencé mis estudios terciarios de Técnico Superior en Análisis de Sistemas ni siquiera me imaginaba que la tecnología pudiera avanzar tan rápidamente, ni que una computadora fuese tan importante para un ser humano, al punto tal de considerarla, en algunos casos, como “una extensión de su propio cuerpo”.
          La primera vez que me senté a trabajar en una computadora, fue en mi primer año de terciario. Era una 286, sin disco rígido, con sistema operativo MS DOS, que debía cargarse desde de un disquete de 5 ¼ pulgadas. Para cualquiera que recién se inicia en conocimientos de informática, todo lo que acabo de describir le puede parecer “chino”, pero no lo es. Ocurre, que en esta última década los cambios y adelantos han sido como un tsunami, no nos hemos dado cuenta en qué momento cambiamos de un Windows 3.1 a un Windows 7, y cómo las comunicaciones nos han permitido, en segundos, acceder a toda la información del mundo a través de Internet.
          Todos los días concurren al laboratorio de informática, alumnos y docentes de todas las áreas para desarrollar distintas tareas como aplicación a los trabajos inherentes a su materia. Considero que el uso de los weblogs o bitácoras serían una herramienta que les permitiría desarrollar contenidos de manera sencilla, tal como lo indican en el apunte que hemos leído José Luis Orihuela y María Luisa Santos.
          El uso de una computadora en la escuela hace que la educación se convierta en una tarea más amena y eficiente. Pero no hay que dejar de lado en ningún momento el uso del lápiz y el papel: “para usar la calculadora, primero debemos aprender a usar la cabeza”.

Nuestra Historia

     En el año 1986 se genera el proyecto de establecer una escuela con orientación agropecuaria, por la necesidad del partido de Coronel Rosales de contar con mano de obra especializada en actividades agropecuarias. Hasta el momento, la única institución que desarrollaba actividades en esta área era la Universidad del Sur, en el Nivel Superior.

     Debido a la modalidad técnico-práctica se requería de un establecimiento que contara con terreno para las prácticas de los alumnos.
     Luego de diversas gestiones se logra que la escuela funcione en el Partido ubicado al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, denominado “Paraje de las Oscuras”. Este lugar contaba con un parabólico donde se estableció la escuela.
     Las clases se desarrollaban en una pequeña construcción adjunta a dicho parabólico, que funcionaba como aula y como comedor, mientras que las prácticas se realizaban dentro y fuera del establecimiento. En aquellos primeros pasos la Institución recibió 100 alumnos en el término de dos años.
     La mayoría de los estudiantes pertenecían a la ciudad de Punta Alta, por lo cual el traslado a la escuela se hacía dificultoso en cuanto a la distancia, ocasionando un presupuesto elevado en transporte. Por tales motivos, en marzo de 1989, la Escuela Agropecuaria Nº 1 es trasladada a la localidad de Bajo Hondo, donde continúa formando alumnos.